La inmigración ha definido a la nación y debería ser celebrada. Así lo afirmó el presidente Joe Biden en una ceremonia reciente en la Casa Blanca en honor a la Herencia Hispana de Estados Unidos.
Enfatiza Biden que Estados Unidos es una nación de inmigrantes
“Lo decimos todo el tiempo, pero eso es lo que somos. Esa es la nación. Somos una nación de inmigrantes”, subrayó e hizo el compromiso de “arreglar nuestro sistema de inmigración de una vez por todas”.
Todo lo anterior, mientras “el futuro de las políticas clave no depende de la Casa Blanca ni del resultado de las elecciones intermedias, sino de los tribunales”, señala un artículo publicado en dallasnews.com con información de Colleen Long / AP.
El ejemplo más reciente de esto es la resolución del Tribunal del Quinto Circuito, el cual devolvió este miércoles el caso a la corte inferior para que se pronuncie sobre la regulación final de DACA emitida por el gobierno de Biden en agosto pasado.
Es decir, los beneficiarios actuales del DACA continúan protegidos –por el momento, pero ahora no puede saberse hasta cuándo lo estarán– y se permiten las renovaciones, pero lo que no pueden hacer las autoridades de inmigración de Estados Unidos es recibir nuevas solicitudes para obtener los beneficios de esta política de Acción Diferida.
Lo que el panel de tres jueces indicó fue que el tribunal de primera instancia hizo bien al determinar que el memorando del presidente Barack Obama de 2012, que creaba el DACA y que protegía a estos jóvenes de la deportación, infringió la Ley de Procedimiento Administrativo (APA).
Así, los Dreamers nuevamente quedan en una especie de limbo legal, y tendremos que esperar a ver qué sucede con este litigio del DACA, pues los expertos y analistas del tema señalan que muy probablemente llegue hasta la Corte Suprema de Estados Unidos.
En tanto, Biden indicó que haría todo lo que estuviera en sus manos para apoyarlos, advirtió que no todo depende de él.
“Ya es hora de que el Congreso apruebe protecciones permanentes para los dreamers”
“Si bien utilizaremos las herramientas que tenemos para permitir que los Dreamers vivan y trabajen en el único país que conocen como hogar, ya es hora de que el Congreso apruebe protecciones permanentes para los dreamers, incluyendo una vía para la naturalización”, manifestó el presidente demócrata a través de un comunicado.
“Los demócratas, por su parte, señalaron que quieren crear una vía para que cientos de miles de migrantes que llegaron al país siendo niños puedan naturalizarse y dijeron que quieren políticas que reflejen el papel de Estados Unidos como un lugar seguro para aquellos que huyen de persecuciones. Pero no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo deberían de ser esas políticas”, apunta la información difundida en dallasnews.com.
“Biden, que heredó un sistema endurecido al que el expresidente Donald Trump orientó para mantener a los migrantes fuera del país, ha retirado muchas de las políticas más polémicas de Trump. Ha trabajado para acelerar el manejo de los casos de asilo e incrementar el número de refugiados que pueden entrar a Estados Unidos”, añade a su análisis dallasnews.com y AP.
¿Admitir a 125 mil refugiados es suficiente?
A finales de septiembre se dio a conocer que la administración del presidente Biden trabajaría para admitir a 125 mil refugiados durante el año fiscal 2023, y dejando de lado así, los llamados de las organizaciones de derechos humanos para aceptar a más exiliados.
“Los números de admisión se asignarán entre los refugiados de especial interés humanitario para Estados Unidos”, indicó un memorando publicado por la Casa Blanca.
De esta forma, y de acuerdo con el memorando, Estados Unidos asignará 40 mil lugares de refugiados a personas de África y 35 mil de Medio Oriente y el sur de Asia.
Y los refugiados de Asia Oriental, Europa y América Latina recibirán 15 mil lugares cada uno.
El gobierno de Biden también reservó 5 mil admisiones que podrían usarse para refugiados de cualquier región, según la demanda que se vaya registrando.
No obstante, el Departamento de Estado de EU también puede transferir números de refugiados no utilizados de una región a otra según sea necesario y después de notificar al Congreso, así lo detalla el memorando.
“Generaciones de refugiados han enriquecido a las comunidades estadounidenses”
“Este es un objetivo ambicioso y valioso para nuestra nación, que se ha beneficiado de muchas bendiciones a lo largo de su historia, incluidas las generaciones de refugiados que ya han enriquecido a las comunidades estadounidenses”, dijo el obispo auxiliar Mario E. Dorsonville de Washington, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de EU respecto a la meta de Biden de recibir a hasta 125 mil refugiados.
Dorsonville también destacó que “los obispos estadounidenses siguen comprometidos con la larga tradición de la Iglesia Católica de dar la bienvenida a las personas que huyen de la guerra, la violencia, los desastres naturales, la inestabilidad política y la persecución”, indica información de catholicreview.org.
A su vez, Joan Rosenhauer, directora ejecutiva de Jesuit Relief Service/EE. UU., resaltó que “el anuncio de la Casa Blanca llega en un momento en que ‘el mundo está presenciando los niveles más altos de desplazamiento global registrados con más de 100 millones de personas obligadas a huir de sus hogares’”, según la información de catholicreview.org.
“El programa federal también se había fijado el objetivo de reasentar la misma cantidad de refugiados en el año fiscal 2022, que finaliza el 30 de septiembre. Sin embargo, las cifras del Departamento de Estado publicadas en agosto muestran que se habían reasentado menos de 20.000 refugiados. En el año fiscal 2021, EE. UU. admitió a menos de 8000 refugiados, el número más bajo hasta la fecha, según datos de la agencia (Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB)”, indica catholicreview.org.
Desde que se estableció el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos en el año de 1980, ha asentado a unos 3.5 millones de refugiados, de acuerdo con lo publicado por catholicreview.org.
Toda esta información es clara muestra de que sí, como dice Biden, Estados Unidos es una nación de inmigrantes, pero parece que muchos de sus propios habitantes –cuyos padres o abuelos seguramente fueron o son inmigrantes– lo olvidan o lo dejan de lado.
Son muchos los estudios o análisis que afirman que estos cientos de miles aportan mucho a los sectores económicos e incluso crean empresas y empleos, pero no es lo único, los exiliados contribuyen al mismo tiempo con las propias comunidades estadounidenses.
Y todo ello, sin que perdamos de vista que estas familias llegan a EU sólo a buscar una mejor vida para ellos y sus familias, por ese simple hecho, habría que apoyarlos, pues vienen huyendo de la violencia o de las condiciones sociales adversas en sus países de origen.
Con información de dallasnews.com, LAW 360 y catholicreview.org.
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