De acuerdo con el Centro de Datos de Inmigración del Instituto de Políticas de Migración más de 1.2 millones de ciudadanos estadounidenses (1 millón 247 mil) han experimentado la separación familiar porque a su cónyuge inmigrante se le ha negado una visa o se le ha deportado de Estados Unidos debido a la Ley de los Castigos.
Según datos difundidos por American Families United en octubre de 2020, basados en cifras de remoción de ICE ERO Reports y el Centro de datos del Instituto de Políticas Migratorias, son 270 mil cónyuges de ciudadanos estadounidenses los que han sido deportados desde 1997. Esto significa que unas 6 mil familias de estadounidenses padecen separaciones familiares cada año.
La American Families United o HR 2920 en pro de que las familias estadounidenses se mantengan unidas modificando la ley de los castigos.
El proyecto de Ley de Familias Estadounidenses Unidas (AFUA o HR 2920) se centra en los problemas de inmigración y ciudadanía que separan a los ciudadanos estadounidenses de sus parejas e hijos a causa de la Ley de Castigos.
Con esta propuesta de ley, impulsada por American Families United, se autorizaría al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) o al Departamento de Justicia (DOJ) a ejercer discreción en ciertos casos de inmigración. Además, eliminaría ciertos requisitos relacionados con la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Activismo para detener las deportaciones de parientes directos de ciudadanos estadounidenses por la propuesta de American Families United que proporcionaría un perdón para la ley de los castigos.
Así, el DOJ o el DHS podrían ejercer, caso por caso, su discreción al negarse a expulsar a un extranjero o rechazar la prohibición de que un migrante ingrese a EU, para que de esta forma el cónyuge, padre o hijo ciudadano estadounidense de este inmigrante pueda seguir teniendo cerca a su familiar.
En otras palabras, la AFUA establecería la facultad al Secretario y al Fiscal General del DHS para detener las deportaciones en los casos en que una persona sea un pariente directo de un ciudadano estadounidense y cuando la expulsión de dicho pariente represente incertidumbre familiar para un ciudadano estadounidense.
Se contemplan restricciones para rechazar permisos a cónyuges estadounidenses involucrados en crímenes
Sin embargo, el DOJ o el DHS no pueden ejercer esta discreción si el extranjero es deportable o inadmisible debido a ciertos motivos, incluidas razones específicas relacionadas con el crimen y la seguridad.
Los datos difundidos por American Families United en 2020, basados en estadísticas del Centro de Datos de Inmigración del Instituto de Políticas Migratorias, señalan que casi 1.3 millones de cónyuges de ciudadanos estadounidenses viven en EU sin autorización.
Además refieren, con datos de Informes del Departamento de Estado de la Oficina de Visas, que al menos 340 mil solicitudes de inmigración legal de cónyuges de ciudadanos estadounidenses han sido rechazadas sin resolución desde 1997.
Buscan proteger a los niños nacidos fuera de Estados Unidos pero con uno de los padres estadounidenses
El proyecto de ley también elimina ciertos requisitos para que un niño nacido fuera de Estados Unidos, de un padre ciudadano estadounidense y un padre extranjero, obtenga la ciudadanía norteamericana por nacimiento.
Puntualmente, desecha una disposición que requiere que el padre ciudadano estadounidense esté físicamente presente en los Estados Unidos durante al menos cinco años antes del nacimiento del niño para que el menor tenga derecho a la ciudadanía norteamericana al nacer más allá de las fronteras de EU.
¿Y los derechos de los padres estadounidenses dónde quedan ante la ley de los castigos?
Entre los muchos factores que actualmente existen para que se le apruebe o rechace a un inmigrante el permiso para vivir en Estados Unidos, no se incluye en la discusión el derecho de un ciudadano estadounidense a vivir con su familia en su propio país.
Esta iniciativa de ley permitiría que los ciudadanos estadounidenses soliciten una exención caso por caso para el cónyuge e hijos, si llegara a ocurrir que se les niegue el permiso para vivir en EU.
American Families United estima que casi 2 millones de familias estadounidenses (1,857,000) sufren las desastrosas consecuencias del prolongado debate sobre los ciudadanos norteamericanos que forman un hogar con una pareja extranjera.
¿De dónde viene la ley de castigos?
Los antecedentes de esta iniciativa se remontan a 1996, cuando el Congreso aprobó la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante (IIRIRA). Ley que estableció más delitos castigables con la deportación, incluso varios no violentos, aceleró el proceso de deportación y empeoró las oportunidades de legalización para los inmigrantes sin documentos.
La IIRIRA también modificó las reglas de inadmisibilidad. Un inmigrante ilegal quedó sujeto a una prohibición de tres años por permanecer más de 180 días como indocumentado y una prohibición de 10 años por permanecer más de un año. Incluso, si un inmigrante indocumentado afirma falsamente ser ciudadano estadounidense, estaría enfrentándose a una prohibición de por vida.
Para las prohibiciones de tres o diez años, los inmigrantes aún pueden presentarse ante un juez de inmigración y apelar por una exención de inadmisibilidad basada en dificultades, pero no se toma en cuenta a los cónyuges estadounidenses que tienen que quedarse y criar hijos solos o mudarse fuera del país. Si un inmigrante se presenta ante un juez y éste dicta su sentencia, se ve obligado a cumplir su prohibición.
El largo camino de la Ley de Familias Estadounidenses Unidas
Fue hace casi nueve años, en 2013, cuando la primera versión de este proyecto de ley se presentó al Senado y fue aprobada; no obstante nunca llegó a la Cámara. Dos años después, el representante de Texas en ese entonces, Beto O’Rourke, la presentó nuevamente con los mismos resultados. En 2017, fue otra vez reintroducida en la Cámara y llegó al Subcomité de Inmigración y Seguridad Fronteriza, pero de ahí no avanzó más.
En abril del año pasado, el Comité del Subcomité Judicial de Inmigración y Ciudadanía de la Cámara de Representantes de EU consideró la Ley de Familias Estadounidenses Unidas en una audiencia llamada “¿Por qué no se ponen en fila? Inmigración”.
Pocos días después de aquella audiencia, la Ley bipartidista de Familias Estadounidenses Unidas fue nuevamente reintroducida en el Congreso estadounidense por parte de los congresistas Veronica Escobar y David Valadao.
Matrimonios a distancia, tristes historias familiares
De acuerdo con el Instituto de Políticas Migratorias, de los 44 millones de personas que nacieron en el extranjero pero se encuentran en EU, aproximadamente 11 millones permanecen en el país ilegalmente; y según el Instituto de Políticas Migratorias 1.2 millones de inmigrantes ilegales están casados con un ciudadano estadounidense.
Estas cifras y el lento debate en torno a las legislaciones aplicables a las familias formadas entre ciudadanos estadounidenses y personas migrantes, demuestra la seria problemática que viven al tener, en muchos de los casos, a una parte de sus seres queridos lejos, sin que una ley los proteja ante los desgarradores efectos de la separación.
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