La Visa U, una de las herramientas más valiosas para personas inmigrantes que han sido víctimas de delitos en Estados Unidos, atraviesa un periodo de transformaciones importantes.
En 2025, varios cambios en las políticas migratorias están afectando directamente tanto a quienes están en proceso de solicitud como a quienes ya cuentan con un trámite en curso.
Estas modificaciones impactan de manera particular a solicitantes con antecedentes penales, violaciones migratorias previas y a quienes aún no han recibido la llamada “acción diferida” que otorga ciertas protecciones durante la espera.
De forma más simple, quienes están esperando respuesta sobre su Visa U pueden enfrentar nuevos problemas si tienen un pasado complicado con la ley o si alguna vez entraron al país sin permiso. Además, si todavía no tienen una protección especial, como la acción diferida, ahora podrían ser detenidos o deportados mientras esperan.
Cambios en la protección para solicitantes de Visa U
Históricamente, los solicitantes de la Visa U gozaban de ciertas salvaguardas mientras esperaban la respuesta a su trámite. Sin embargo, las recientes decisiones del gobierno actual han debilitado estas protecciones.
ICE ahora puede detener y comenzar procesos de deportación incluso para personas con solicitudes de Visa U en trámite, siempre que aún no hayan recibido la acción diferida.
Esta política representa un giro preocupante, especialmente considerando que muchas víctimas inician este proceso justamente para salir de la sombra del miedo y la inseguridad.
Explicado de otra forma, antes si pedías la Visa U, no te podían deportar mientras esperabas. Ahora sí pueden hacerlo si todavía no te aprueban la protección temporal. Esto es muy delicado para muchas personas que solo buscan vivir tranquilas después de ser víctimas de un crimen.
Además, se ha cancelado una política que permitía considerar la Visa U como una admisión legal en Estados Unidos. Esto significa que, aunque una persona pudiera ajustar su estatus migratorio a través de la Visa U, ya no puede utilizarla como base para procesos migratorios con otros familiares, como lo era comúnmente con hijos ciudadanos estadounidenses.
Estos cambios generan más incertidumbre para muchas familias que habían planeado sus caminos migratorios con base en las reglas anteriores.
De forma más clara, aunque una persona logre tener la Visa U, ya no le sirve como entrada legal si quiere ayudar a un familiar a obtener papeles. Esto cambia mucho las cosas para quienes pensaban arreglar la situación de sus seres queridos a través de este camino.
Visa U: los largos tiempos de espera
Uno de los elementos más críticos en torno a la Visa U son los tiempos de espera. De acuerdo con el más reciente reporte de USCIS, el tiempo promedio desde la solicitud inicial hasta la aprobación final de una Visa U es de aproximadamente 6 o 7 años. Este extenso plazo se divide en varias etapas clave.
Para empezar, el recibo inicial de la solicitud puede tardar hasta 150 días en emitirse. Sólo después de eso se programan las citas para toma de huellas y se inicia la revisión preliminar.
En promedio, el tiempo hasta recibir un permiso de trabajo tras la determinación de buena fe o asignación a la lista de espera es de 44.4 meses, con un tiempo mediano de 53.2 meses. Posteriormente, desde la emisión de ese primer permiso hasta la aprobación final, el proceso toma otros 28.1 meses en promedio.
De forma más simple, muchas personas deben esperar más de seis años para que les aprueben completamente la Visa U. Primero tardan meses en recibir una respuesta inicial, luego varios años para obtener un permiso de trabajo, y después otros años hasta la aprobación final.
Estos datos reflejan que muchas personas pasan años enteros en una situación de espera incierta, sin saber cuándo podrán regularizar plenamente su situación. Esta prolongación también afecta su calidad de vida, acceso al empleo y a ciertos servicios básicos.
De otra manera, esperar tanto tiempo hace muy difícil planear la vida: conseguir un buen trabajo, alquilar un lugar o ir al médico. La espera se vuelve un obstáculo muy grande para seguir adelante.
La Visa U y los procesos de residencia
Uno de los principales objetivos de quienes solicitan la Visa U es, eventualmente, obtener la residencia permanente. Sin embargo, otro de los cambios actuales está en la manera en que se evalúan estos procesos. Los ajustes de estatus, es decir, el paso hacia la residencia legal permanente, están siendo sometidos a mayor escrutinio.
Particularmente, las personas con antecedentes penales o violaciones migratorias están enfrentando exigencias más estrictas. USCIS está solicitando con mayor frecuencia pruebas del llamado “buen carácter moral” incluso en casos donde no era habitual. Documentar cambios de vida, contribuciones a la comunidad y comportamiento ejemplar se ha vuelto esencial para que un caso avance sin trabas hacia la residencia.
Es decir, si alguien tuvo problemas con la ley o migración en el pasado, ahora tiene que demostrar que cambió, que es una buena persona y que merece quedarse legalmente. A veces piden cartas de referencia, pruebas de trabajo o participación comunitaria.
Es por ello que los abogados de inmigración recomiendan preparar con antelación este tipo de evidencia, aunque no sea solicitada formalmente desde el inicio del proceso. Esta estrategia puede ser decisiva para evitar retrasos o incluso la negación de la residencia.
Saturación en el sistema y prioridad para casos antiguos
Un aspecto que ha agravado la situación es la saturación del sistema. Las 10,000 Visas U disponibles por año para solicitantes principales se agotaron este año fiscal el 9 de septiembre de 2025.
Esto significa que cualquier solicitud nueva tendrá que esperar al próximo ciclo fiscal, que comienza en octubre.
Actualmente, las autoridades están dando prioridad a los casos presentados el 30 de abril de 2017 o antes. Esto deja fuera de revisión inmediata a miles de personas cuyos trámites fueron ingresados entre mediados y finales de ese mismo año o después. La acumulación de solicitudes, sumada a los límites anuales de adjudicación, prolonga aún más los tiempos de espera y aumenta la ansiedad entre los solicitantes.
Dicho de otra forma, muchas personas están en la fila desde hace años, y quienes aplicaron después del 2017 todavía tienen que esperar bastante. Sólo se revisan los casos más viejos primero.
Visa U: persistencia, estrategia y representación legal
A pesar de los múltiples cambios, la Visa U sigue siendo una de las vías más sólidas para que víctimas de delitos accedan a un estatus legal en Estados Unidos. Aun con los tiempos de espera y los nuevos riesgos, la posibilidad de obtener la residencia y eventualmente la ciudadanía continúa siendo un fuerte incentivo para miles de personas.
No obstante, es fundamental no enfrentar este proceso sin preparación ni respaldo. Quienes hayan iniciado el trámite por su cuenta o con ayuda de organizaciones que ya no pueden acompañarlos deben considerar buscar un abogado especializado que les ayude a llevar su caso hasta el final. Con tantos años de espera de por medio, perder una solicitud en la etapa final por falta de respuesta a una petición de evidencia puede significar empezar de cero o perder la oportunidad por completo.
Si estás esperando tu Visa U, es mejor que te asesores con un buen abogado, sobre todo si ya estás cerca de recibir una respuesta. Un error o una demora pueden hacer que pierdas todo lo que has logrado hasta ahora.
Asimismo, es importante mantener actualizada toda la documentación y estar atentos a las comunicaciones de USCIS. Los oficiales de inmigración están prestando mayor atención a los detalles y no dudarán en emitir solicitudes de evidencia adicional si algo no está claro. En este escenario, contar con una buena representación puede marcar la diferencia.
Cambios que podrían revertirse
No todos los cambios actuales están escritos en piedra. Muchas de las decisiones recientes responden a lineamientos de la administración federal vigente, y podrían revertirse con la llegada de un nuevo gobierno.
Políticas como la eliminación de la admisión legal por Visa U, o la autorización de detención de solicitantes sin acción diferida, podrían modificarse en el futuro.
Por eso, los expertos recomiendan no dejar de avanzar en el proceso. Aun con el contexto actual, iniciar un trámite de Visa U sigue siendo mejor que no hacer nada. Permanecer en la sombra sin ningún tipo de estatus solo aumenta la vulnerabilidad frente a una eventual detención o deportación.
Así es, aunque la situación sea complicada, seguir con el trámite de la Visa U sigue siendo una buena idea. Es mejor intentarlo que quedarse sin hacer nada y vivir con miedo de ser deportado.
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