Desde hace meses, Donald Trump está proponiendo si regresa a la Casa Blanca un programa de deportación de inmigrantes sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, más allá de la amenaza, puramente electoral a muy poco tiempo de las elecciones de noviembre, hay coincidencias en que por los costos y por las dificultades de implementación, sería casi imposible de llevar adelante.
Cuando Trump se postuló para la presidencia en 2016, prometió construir un muro para “sellar la frontera” y “evitar la entrada de delincuentes”, según sus propias palabras.
En la campaña 2024, su agenda de inmigración tiene un nuevo objetivo: un programa de deportación masiva, sin precedentes en la historia del país.
La plataforma de su partido, ratificada en la última convención republicana en Milwaukee, promete el “mayor esfuerzo de deportación en la historia de Estados Unidos”, y la inmigración fue el tema principal de la reunión que lo consagró candidato.
Un artículo del New York Times analiza las posibilidades del plan de Trump detalle por detalle.
Plan de deportación de Trump: ¿Es factible?
Según las estimaciones más recientes del gobierno, había 11 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en Estados Unidos en 2022, y más del 80% de ellos han estado en el país por más de una década.
Trump, durante el debate con Biden (cuando aún iba a ser candidato), afirmó que la cifra es de 18 millones, una afirmación sin fundamento, dice el NYT, aunque hay que tener en cuenta que la agitación política y económica en países como Venezuela ha llevado a un número récord de migrantes a cruzar la frontera durante la actual administración demócrata.
¿Quiénes serían deportados y qué tan sencillo sería expulsarlos?
Trump y la plataforma republicana hicieron muchas declaraciones, pero hasta ahora han ofrecido pocos detalles sobre su plan. En concreto, el expresidente sugirió que “cualquier inmigrante indocumentado sería sujeto a deportación”.
La plataforma del partido dice que se daría prioridad a “los delincuentes más peligrosos”. También menciona que están comprometidos a enviar a los inmigrantes ilegales de regreso a casa y expulsar a aquellos que han violado las leyes.
El consenso entre los expertos en inmigración y exfuncionarios de seguridad nacional es que las barreras logísticas, legales, burocráticas y de costos harían prácticamente imposible llevar a cabo las deportaciones masivas que Trump busca en un mandato presidencial de cuatro años.
Dicen que sería extremadamente complicado y costoso deportar a personas que han vivido en el país por años.
El costo ascendería a miles de millones de dólares y probablemente tomaría 20 años. Además, haría que la economía se contrajera.
Para ejecutar tal plan, se necesitaría una enorme cantidad de recursos en todo el sistema de aplicación de la ley y miles de millones en nuevas asignaciones.
John Sandweg, un exfuncionario de seguridad nacional durante la administración de Obama, le dijo al NYT que incluso si tuviera un Congreso dispuesto a promulgar reformas legislativas dramáticas y asignar los miles de millones requeridos, no hay manera de que un sistema así pueda ser completamente funcional en cuatro años.
Plan de deportación de Trump: ¿Qué otros obstáculos existen?
Los inmigrantes indocumentados que han vivido en el país por años tienen protección legal y derecho al debido proceso. Aquellos que han ingresado ilegalmente en los últimos años han sido procesados en la frontera y liberados con órdenes de comparecer ante el tribunal para audiencias de deportación.
Mientras sus casos avanzan en el tribunal de inmigración, lo que normalmente demora varios años, tienen derecho a permanecer en Estados Unidos.
Trump necesitaría triplicar el tamaño del tribunal de inmigración para alcanzar las cifras que menciona. Además, se harían falta fondos para construir nuevos juzgados, contratar personal de apoyo y capacitar a los jueces. Hoy, imposible.
Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Nacional durante la administración de Barack Obama, dice que un individuo debe recibir una orden de deportación; un presidente no podría anular eso. Se necesitaría un cambio en la ley, algo que debería aprobar el Congreso.
Además del costo, un Congreso polarizado, incluso uno controlado por republicanos, aún tendría que llegar a un consenso sobre estos temas.
Todo indica que no sería factible teniendo como antecedente que el Congreso no ha logrado reformar el sistema de inmigración durante más de dos décadas.
¿Hay personal, instalaciones y medios para un plan de deportación masiva?
Durante la administración Trump, hubo unas 936,000 deportaciones, según datos oficiales. Hasta febrero de 2024, la administración Biden había expulsado a unas 340,000 personas. Para identificar y arrestar a millones de personas en el interior del país, se necesitarían decenas de miles de agentes de inmigración adicionales.
Trump dice que usaría a la Guardia Nacional y otros recursos militares para ejecutar su plan. Las autoridades locales podrían ser encargadas de identificar a las personas indocumentadas y entregarlas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), como pasó en el pasado.
Sin embargo, ciudades como Chicago, Denver, Los Ángeles y Filadelfia se niegan a colaborar con ICE, temiendo que dicha cooperación promueva la discriminación racial y promueva que se detenga a inmigrantes por delitos menores, como infracciones de tránsito.
Actualmente, los agentes de ICE se enfocan en localizar y deportar a delincuentes convictos, como abusadores de menores, considerados una amenaza para la seguridad pública o nacional.
Alrededor de un millón de inmigrantes con órdenes finales de expulsión que viven en el país podrían ser un grupo objetivo.
Además, muchos inmigrantes provienen de países que no tienen vínculos diplomáticos con Estados Unidos o que se niegan a aceptar a sus nacionales.
No pueden ser deportados inmediatamente por avión y la Corte Suprema ha dictaminado que las personas no pueden permanecer detenidas indefinidamente en espera de ser expulsadas.
¿Podría Trump acelerar las deportaciones?
Una potencial nueva administración Trump podría acelerar las deportaciones al poner fin a los programas lanzados por Biden. Desde 2022, a unas 500,000 personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela se les ha permitido volar a Estados Unidos y vivir y trabajar por dos años, siempre que tengan un patrocinador financiero.
Biden también ha permitido que casi 700,000 inmigrantes que programan una cita en una aplicación móvil, crucen la frontera a través de un puerto de entrada oficial y reciban permisos de trabajo.
Trump podría revocar estos programas, pero muchos de los inmigrantes podrían presentar solicitudes de asilo y pasar a formar parte de los saturados tribunales.
Trump no ha especificado si habría discreción o excepciones en su plan. Más de un millón de estadounidenses están casados con personas indocumentadas y una gran proporción de inmigrantes indocumentados tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses.
Como se puede advertir, el plan de deportación masiva que propone Donald Trump enfrenta enormes complicaciones logísticas, legales y financieras. La implementación de una operación de tal magnitud en un periodo de cuatro años parece improbable, considerando las numerosas barreras que existen en el sistema actual.
Con información de New York Times y DHS,gov.
Abogados de inmigración
Si tienes una situación migratoria complicada y quieres resolverla con alguien de confianza, con experiencia y paciencia, no dudes en agendar una cita con el equipo de abogados de inmigración de Erika Jurado.
¡Nos enfocamos en todo tipo de casos migratorios, incluidos los relacionados con todas las dudas que tengas respecto del asilo, el parole in place de Biden, la visa U, la visa Vawa, la visa DACA y la visa de prometido.
¡Tenemos licencia para trabajar en todos los Estados Unidos! No te pierdas nuestros videos y los artículos de nuestro blog para que siempre estés al día con lo último en noticias de inmigración.