El gobernador Abbott quiere prohibir el transporte de migrantes a través de la frontera de Texas con México pero una jueza bloquea la medida por ser ilegal
Una jueza de los Estados Unidos detuvo temporalmente una orden ejecutiva del gobernador de Texas, Greg Abbott, que buscaba restringir el transporte de migrantes a través de la frontera de Texas con México y autorizaba a los policías estatales a detener vehículos sospechosos de hacerlo.
La orden escrita de la jueza de distrito de los Estados Unidos Kathleen Cardone en El Paso fue una victoria preliminar para el Departamento de Justicia de los Estados Unidos que la semana pasada presentó una demanda argumentando que la medida de Greg Abbott infringía ilegalmente la jurisdicción del gobierno federal sobre asuntos de inmigración.
Cardone dijo en su orden de dos páginas que el Departamento de Justicia probablemente prevalecería sobre ese argumento. Como consecuencia, la jueza impidió que los funcionarios de Texas implementaran la orden del gobernador Abbott hasta al menos el 13 de agosto, cuando se celebrará una audiencia judicial en el caso. La justificación de Cardone para bloquear la orden fue contundente:
“La Orden Ejecutiva causa un daño irreparable a los Estados Unidos y a las personas que Estados Unidos está encargado de proteger, pone en peligro la salud y la seguridad de los no ciudadanos que se encuentran bajo custodia federal, pone en riesgo la seguridad del personal de las fuerzas del orden público federal y sus familias, y agrava la propagación de COVID-19 en vez de evitarla “, escribió la jueza.
¿Por qué Abbott quiere bloquear la frontera de Texas para los migrantes?
La orden de Abbott de la semana pasada, que dijo tenía como objetivo evitar que los migrantes propagaran potencialmente el COVID-19, solo permite que los “funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” proporcionen transporte terrestre a los migrantes detenidos por cruzar ilegalmente la frontera de Texas.
Además, la orden del gobernador Abbott también le da al departamento de seguridad pública del estado la autoridad para detener cualquier vehículo sospechoso de transportar migrantes y enviarlo de regreso a su punto de origen fuera de la frontera de Texas con México.
Por su parte, el Departamento de Justicia declaró que la orden interferiría con la capacidad del gobierno federal de los Estados Unidos para transportar migrantes entre instalaciones, incluidos niños no acompañados. Esto se debe a que el gobierno emplea regularmente a contratistas y otro personal ajeno a la aplicación de la ley para trasladar a los migrantes a centros seguros donde puedan ser evaluados sus casos.
Sin embargo, el gobernador Abbott se mantuvo firme en su posición. “Espero y creo que tras una audiencia completa de este asunto, podremos presentar la evidencia de que lo que estoy haciendo es lo que los gobernadores están facultados para hacer: mantener a la gente de su estado a salvo. En mi caso me toca cuidar la frontera de Texas con México y a todos los tejanos”.
La situación en la frontera sigue siendo complicada
La discusión por la apertura del paso en la frontera de Texas con México se produce justo cuando las autoridades migratorias estadounidenses revelaron que los cruces de inmigrantes ilegales han alcanzado, durante el último mes, un máximo histórico en 20 años.
En julio, se produjeron aproximadamente 210.000 encuentros entre la Patrulla Fronteriza e inmigrantes provenientes de México y otros países de América Central. Esta cifra representa unas 20000 personas más en comparación con el número de junio que fue de 188.829 encuentros.
Sin embargo, desde la Casa Blanca aseguran que órdenes como la de Abbott no son apropiadas para controlar los cruces porque solo complican aún más la situación y generan amontonamiento y disturbios en la frontera.
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