Si el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) es calificado como ilegal por las cortes, Estados Unidos (EU) perderá 22 mil empleos cada mes durante dos años.
Así lo advirtió un informe de FWD.us –al que la agencia EFE tuvo acceso anticipado– el cual señala que Texas y California son los dos estados que verán una mayor reducción en su fuerza laboral.
Los soñadores y sus familias no deberían de estar pasando por esta incertidumbre, sobre todo cuando su único “delito” es aportar a la economía de Estados Unidos, y esa, precisamente, es la manera en que retribuyen con creces que les hayan permitido quedarse en el país hasta ahora.
Esperan fallo de la Corte sobre el DACA
Una corte de apelaciones en Luisiana es en este momento el centro de atención para miles de beneficiarios del DACA y sus familias, pues esperan que emita un fallo sobre la legalidad del programa.
Debemos recordar que la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia fue iniciada en 2012 bajo el gobierno del entonces presidente Barack Obama, y a principios de julio pasado, el Tribunal del Quinto Circuito de Apelaciones de Nueva Orleans escuchó los argumentos en el caso respecto a dicho programa.
El DACA violó el proceso administrativo cuando fue creado y ordenó prohibir la concesión de nuevos permisos bajo este marco. Eso es lo que piensa el juez federal de Texas Andrew Hanen, quien en 2021 se puso del lado de los estados demandantes.
Si cancelaran el DACA habría un impacto inmediato en la economía y el mercado laboral de EU
Al permitir que inmigrantes indocumentados permanezcan en el país, el DACA ha diezmado los presupuestos estatales, eso es lo que opinan Texas y otros estados con gobiernos republicanos que iniciaron la demanda contra la Acción Diferida.
Estados Unidos vería un “impacto inmediato en su economía y en el mercado laboral” si el DACA fuera retirado, dijo a la agencia EFE el demógrafo Phillip Connor, autor del informe.
De acuerdo con datos del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de EU (USCIS, en inglés), al día de hoy se tienen registradas a 611 mil 470 personas que reciben este beneficio migratorio.
Aunque reconoció que esta cifra no es un gran porcentaje a escala nacional, Connor destacó que la pérdida de esos trabajadores “se puede sentir de gran manera a nivel local”, especialmente en las zonas donde hay más concentración de beneficiarios de la Acción diferida.
California y Texas serían los estados donde más empleos se perderían
El estudio de FWD.us indica que si se da fin al programa, California sería el estado donde más empleos se perderían, pues serían unos 6 mil al mes; le seguiría Texas con 5 mil e Illinois con mil puestos de trabajo mensuales.
El impacto de que esto llegara a suceder –afirma el análisis– no solo sería sufrido por los “dreamers” o “soñadores”, como se les conoce a los beneficiarios de este programa, sino también por sus familias.
De presentarse este escenario –abunda el estudio– miles de personas en muchas ciudades de Estados Unidos tendrán a un familiar cercano en riesgo de ser deportado.
Por su parte, grupos pro inmigrantes han pedido al Congreso estadounidense aprobar una ley que permita darle un estatus permanente a los beneficiarios de la Acción Diferida.
El gobierno del presidente Joe Biden ha defendido este programa para los soñadores en las cortes, pero aún no está claro si el caso llegará al Tribunal Supremo.
Pronto sabremos la decisión de la corte de apelaciones en Luisiana, pero este estudio de FWD.us revela que terminar con el DACA no sólo traería efectos devastadores en la vida de los soñadores y sus familias, sino que afectaría enormemente la economía de Estados Unidos.
Esa economía que tanto los dreamers como sus padres han venido a fortalecer con su talento, esfuerzo y con su mano de obra.
Las exigencias de las familias DACA están muy lejos de pedir una especie de asistencia social, al contrario, quieren seguir contribuyendo al país que los acogió, pero si son las propias autoridades las que no les dan esa oportunidad, pues por eso en ocasiones algunos de estos soñadores optan por irse a países como Canadá, donde sí los valoran y donde seguirán desarrollando su talento para llegar aún más lejos de lo que han llegado.
Sin embargo, la afectación familiar a estos dreamers ya debería ser suficiente motivo para continuar con el DACA, ampliarlo y fortalecerlo no sólo por ellos, sino por la propia economía estadounidense.