La sección 245i de la ley de inmigración de Estados Unidos siempre genera preguntas y dudas entre aquellos que buscan regularizar su estatus.
Aquí vamos a tratar de aclarar algunas de estas cuestiones, en especial, con la idea de esclarecer quiénes pueden beneficiarse y quiénes no de la 245i.
La 245i permitió a algunas personas indocumentadas en Estados Unidos solicitar la residencia permanente sin tener que salir del país, siempre y cuando tuvieran una petición presentada antes del 30 de abril de 2001.
Sin embargo, en los más de 20 años desde entonces, muchos solicitantes han experimentado cambios muy importantes en sus vidas (¡es que pasó mucho tiempo!): divorcios, nuevos matrimonios, hijos que luego crecieron y, en algunos casos, hasta nietos.
Por eso, así como antes era sencillo identificar a los beneficiarios derivados, usualmente la esposa y los hijos menores de 21 años, con el paso del tiempo esta claridad se perdió.
Ahora, definir quién puede beneficiarse de la 245i puede ser complejo y requiere de un análisis detallado que incluso muchos abogados de inmigración no conocen a la perfección.
Ley 245i: fechas clave y presencia física
Primero, es importante recordar que la 245i tiene dos fases. Para las solicitudes presentadas antes del 1 de enero de 1998, el solicitante principal no necesita demostrar que estaba físicamente presente en Estados Unidos el 21 de diciembre de 2000.
En cambio, para las solicitudes presentadas entre el 1 de enero de 1998 y el 30 de abril de 2001, el solicitante principal sí debe demostrar dicha presencia física.
Sus derivados no tienen que cumplir con este requisito.
Derivados elegibles para la 245i
El aplicante principal es la persona que presentó la solicitud inicial. Sus derivados pueden incluir a su cónyuge e hijos menores de 21 años al momento de ajustar su estatus.
Si un hijo ha cumplido 21 años, puede que aún sea elegible bajo la Ley de Protección al Estatus del Menor (CSPA, por sus siglas en inglés).
Esta ley permite restar de la edad del hijo el tiempo que la solicitud I-130 (Petición de Familiar Extranjero) estuvo pendiente, lo que podría permitir que aún sean considerados menores de edad para efectos de la 245i.
Divorcios, nuevos cónyuges e hijastros
¿Qué sucede si el solicitante principal se ha divorciado desde que se presentó la solicitud inicial? En este caso, la exesposa ya no puede beneficiarse de la 245i a través de esa petición, a menos que tenga su propia protección bajo la 245i.
Sin embargo, si el solicitante principal se ha vuelto a casar, su nueva pareja puede beneficiarse de la 245i, siempre y cuando sea admisible (no debe tener “pecadillos” ni “pecadotes” por allí).
La nueva pareja no necesita demostrar presencia física el 21 de diciembre de 2000, incluso si el solicitante principal debe hacerlo.
El matrimonio debe ser legítimo y el cónyuge debe solicitar la residencia junto con el aplicante principal o en un tiempo muy cercano.
Los hijos de la nueva pareja, es decir, los hijastros del solicitante principal, también pueden beneficiarse de la 245i, siempre que el matrimonio se haya celebrado antes de que los hijastros cumplieran 18 años.
Estos hijos deben ser menores de 21 años al momento de ajustar su estatus y deben hacerlo junto con el solicitante principal.
Consideraciones de admisibilidad
Es clave recordar que la 245i no perdona todas las violaciones de inmigración o delitos cometidos.
Por lo general, perdona infracciones menores, pero no aquellas que convierten al solicitante en inadmisible.
Por ejemplo, deportaciones anteriores o antecedentes penales graves pueden descalificar a un solicitante, independientemente de la protección que brinda la 245i.
Ley 245i: recomendaciones
Debido a la complejidad de la 245i y las posibles implicaciones legales, es esencial que los solicitantes consulten con un abogado de inmigración experimentado en esta ley.
Un abogado calificado puede ayudar a determinar quién es elegible para beneficiarse de la 245i, evaluar la situación de los hijos en relación con la CSPA y analizar cualquier problema de admisibilidad.
En definitiva, la 245i ofrece una valiosa oportunidad para que muchos inmigrantes regularicen su estatus en Estados Unidos sin tener que salir del país.
Sin embargo, debido a los cambios en la vida de los solicitantes desde que se cerró el período de solicitudes en 2001, es muy importante realizar un análisis detallado para asegurar que todos los derivados elegibles sean incluidos correctamente.
En todo el proceso, es fundamental contar con asesoría legal adecuada para navegar las complejidades de la 245i y tener mejores posibilidades de éxito.
La comprensión de quién puede beneficiarse bajo esta ley puede significar la diferencia entre obtener la residencia permanente y tener muchas dificultades en el proceso de inmigración.
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