Un problema más para la aplicación de la ley SB4 en Texas, y no viene de Estados Unidos, sino, inesperadamente, del otro lado de la frontera.
Así es, México se ha convertido en un obstáculo más para la implementación de la ley antiinmigrante de Texas, la cual otorga a ese estado un papel mucho más importante en la vigilancia fronteriza y la deportación de indocumentados.
El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó duramente la medida, calificándola de “draconiana”.
Es más, dijo que su gobierno se opondrá a cualquier intento por parte de las autoridades texanas de deportar inmigrantes de regreso a México.
La ministra de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, en una entrevista con The Washington Post, declaró que el gobierno mexicano reforzará la vigilancia y los controles en los cruces fronterizos para evitar estas deportaciones en caso de que la ley SB4 entre en vigor.
Esto plantea la posibilidad de enfrentamientos entre agentes estatales o locales mexicanos y texanos por las deportaciones.
Pelea interna y externa por la SB4 de Texas
Como te hemos contado ya en varias oportunidades en este blog, la administración del presidente Joe Biden y los funcionarios de Texas liderados por el republicano Greg Abbott se encuentran en una dura puja debido a la SB4.
La ley fue brevemente implementada por algunas horas la semana pasada, para luego ser bloqueada por un tribunal federal de apelaciones.
Mientras que Texas argumenta que el incremento récord de migrantes en la frontera constituye una “invasión” que requiere medidas drásticas, la administración Biden sostiene que la inmigración es responsabilidad federal y que permitir que los estados establezcan sus propias políticas provocaría un caos, además de ser ilegal.
Algo está claro: en caso de que la ley sea ratificada, podría desencadenar la mayor crisis política en la frontera desde 2019, cuando el presidente Donald Trump amenazó con imponer aranceles a México si no frenaba la migración.
Sin embargo, a diferencia de aquel momento, el gobierno mexicano está alineado con la Casa Blanca, argumentando que los acuerdos migratorios deben ser establecidos por los gobiernos nacionales, no por los estados de forma individual.
En México, rechazan la ley SB4
A nivel interno, la SB4 ha generado un consenso relativamente amplio en México en contra de la medida.
Los principales partidos políticos están respaldando al gobierno de López Obrador, condenando la ley texana.
De hecho, la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, expresó la necesidad de mantener una postura firme ante el trato inaceptable hacia los inmigrantes. Hay que recordar que en 2024 también habrá elecciones en el sur de la frontera.
Una de las principales preocupaciones de México es cómo Texas llevaría a cabo las deportaciones.
Existe el temor de que esto pueda abrir la puerta a que otros estados estadounidenses establezcan sus propios protocolos de inmigración, lo cual crearía un precedente peligroso y aumentaría la discriminación contra la comunidad mexicana en Texas.
Qué dice la Ley SB4 de Texas
La SB4, aprobada por la legislatura de Texas y firmada por el gobernador Abbott, establecería como delito el ingreso de personas a Texas desde México sin autorización, con penas de hasta seis meses de cárcel.
Además, aquellos que vuelvan a cruzar la frontera después de ser deportados podrían enfrentar penas de entre 10 y 20 años de prisión.
La ley, una vez en vigencia, faculta a los jueces texanos para ordenar deportaciones y a las agencias policiales locales para llevarlas a cabo.
Las autoridades texanas reconocen que no están seguras de cómo funcionaría este proceso y han planteado la posibilidad de entregar a los detenidos al gobierno federal para su expulsión.
Por su parte, México ha instruido a sus consulados en Texas y a la agencia nacional de inmigración para no aceptar bajo ninguna circunstancia regresos de personas por parte de las autoridades texanas.
En todos los casos, si vives en Texas y tienes dudas respecto de la aplicación de la SB4, lo mejor es consultar a un abogado de inmigración.
Más fricción en la frontera sur
Tonatiuh Guillén, exjefe de la agencia de inmigración de México, le dijo al WP que las personas deportadas por Texas podrían mezclarse con otros migrantes en la frontera sur, lo que generaría tensión en la relación fronteriza.
Además, la implementación de filtros para detener a los deportados podría afectar gravemente el flujo de personas que cruzan la frontera diariamente de manera legal, causando problemas tanto para Texas como para México.
La colaboración entre México y Estados Unidos en temas migratorios ha sido clave en los últimos años, con México aceptando medidas como el programa “Permanecer en México” durante la administración de Trump y cooperando en la contención del flujo migratorio.
Sin embargo, México ha insistido en que la migración es un tema humanitario y ha expresado preocupación por la posible escalada de tensiones en la frontera.
Como hemos visto, la SB4 representa un verdadero desafío no solo para los inmigrantes, sino también para la relación entre México y Texas, así como para la cooperación entre México y Estados Unidos en materia migratoria.
El futuro de esta ley aún está por determinarse, pero lo que está claro es que ha generado una nueva dinámica en la política fronteriza que afecta a ambos lados de la frontera.
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