Mientras Estados Unidos reprime los cruces por la frontera, México debe alojar y alimentar a decenas de miles de inmigrantes desesperados, asegura un reporte de The New York Times publicado el pasado 29 de marzo.
México enfrenta desafíos fronterizos por las políticas migratorias de Estados Unidos
“Una serie de nuevas y complicadas políticas fronterizas redujeron considerablemente la cantidad de migrantes que cruzan a Estados Unidos hasta sus niveles más bajos desde que tomó posesión el presidente Joe Biden, pero estas medidas han generado un peligroso cuello de botella a lo largo de la frontera norte de México donde, desde Tijuana hasta Reynosa, encontramos decenas de miles de migrantes frustrados que languidecen en albergues abarrotados”, señalan los periodistas del Times Miriam Jordan y Edgar Sandoval.
“La situación explotó el lunes (27 de marzo), cuando una protesta en un centro de detención de migrantes gestionado por el gobierno en Ciudad Juárez originó un incendio en el que fallecieron al menos 39 personas. Pero en las últimas semanas se han producido situaciones de hacinamiento y desesperación a lo largo de toda la frontera, mientras que el gobierno de Biden se prepara para la llegada de otra oleada migratoria durante la primavera”, indican.
“Los migrantes esperan, con grandes expectativas, a que en mayo se produzca un cambio importante porque Estados Unidos planea eliminar ese mes una política sanitaria de la época de la pandemia que ha permitido que las autoridades fronterizas estadounidenses deporten con rapidez a muchos migrantes que cruzan de manera no autorizada por México”, apuntan también.
“Otras restricciones de ingreso que ya entraron en vigor obligan a la mayoría de los migrantes que quieren obtener asilo en Estados Unidos a solicitar una cita en un puerto de entrada. Los problemas relacionados con la nueva aplicación móvil han hecho que miles de ellos intenten obtener una cita en vano mientras siguen varados en los pueblos fronterizos de México, donde muchos ya esperan desde hace varios meses”, refiere la información del Times.
Cabe recordar que desde el pasado 12 de enero la aplicación CBP One le permite a miles de inmigrantes que están varados en la frontera entre México y Estados Unidos por no tener documentos migratorios, programar citas para solicitar asilo en ese país basados en una excepción humanitaria al Título 42 en ciertos puertos de entrada terrestres.
“Incluso antes del incendio del lunes (27 de marzo), la frustración se había desbordado a principios de este mes en Ciudad Juárez cuando cientos de migrantes, la mayor parte de ellos venezolanos, trataron de irrumpir en los puentes internacionales para llegar a El Paso, Texas, pero lo único que lograron fue enfrentarse con las autoridades estadounidenses”, rememora.
Tensión fronteriza en aumento
El Times indica igualmente que “ante la presión de Estados Unidos, México ha aceptado recibir un número cada vez mayor de migrantes que son rechazados por las autoridades estadounidenses, además se toman otras medidas para ayudar a controlar la cantidad de migrantes que cruza a Estados Unidos”.
Y señala que “algunos funcionarios locales del lado estadounidense de la frontera señalaron que el gobierno de Biden generó esta situación cuando prometió ponerle fin a la política de deportación de la época de la pandemia, conocida como Título 42, lo cual hizo que miles de personas viajaran a la frontera, y al poco tiempo se impusieron nuevas restricciones”.
“Como los albergues de muchas ciudades fronterizas están llenos, los recién llegados han tenido que dormir en hoteles descuidados hasta que se les acaba el dinero y luego han terminado en las calles y en edificios abandonados. Las tensiones han aumentado y provocaron enfrentamientos con los oficiales de policía mexicanos, a quienes los migrantes acusan de golpearlos, arrestarlos y extorsionarlos. Hay migrantes que han sido secuestrados y torturados por los poderosos cárteles que controlan el paso ilegal en la frontera”, puntualiza.
Pero, “aunque los albergues mexicanos para migrantes están llenos, ha habido una disminución importante de migrantes en el lado estadounidense de la frontera. La situación actual ha evolucionado a lo largo de una serie de años tumultuosos, en medio de políticas cambiantes en la frontera”, señalan Jordan y Sandoval.
También refieren que “el presidente Biden asumió el cargo prometiendo restaurar un enfoque humano después de que su predecesor, Donald Trump, introdujo una serie de controles represivos. Pero el número de migrantes que huyen de la ruina económica, la violencia y los efectos del cambio climático provocó un rápido aumento de los cruces fronterizos y una fuerte condena por parte de los líderes republicanos, que han acusado al presidente de dejar que se descontrole la situación en la frontera”.
Y que “decidido a frenar los cruces fronterizos, el gobierno de Biden recurrió a medidas más restrictivas. Amplió el uso del Título 42 para deportar a una nueva ola de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, y al mismo tiempo, estableció un programa para autorizarles a los nacionales de esos países solicitar un permiso para ingresar a Estados Unidos desde sus países de origen si contaban con un patrocinador financiero”.
“Desde la creación de ese programa, en general han disminuido los cruces fronterizos ilegales. Después de una cantidad sin precedentes de arrestos en la frontera el año pasado, la cual llegó a 2,4 millones de personas, este año los encuentros con migrantes en la frontera han disminuido a aproximadamente 128.000 al mes”, afirman.
Incluso, dicen, “el mes pasado (febrero), los departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia fueron más lejos y anunciaron una nueva regla que entraría en vigor después de que se pusiera fin al Título 42 el 11 de mayo, que asumiría que los migrantes no serían candidatos a obtener asilo si estos entran al país de manera ilegal y que les exigiría haber solicitado asilo desde otro país por el que hubiesen pasado antes de solicitarlo en Estados Unidos”.
“No obstante, a quienes logran llegar a la frontera se les permitiría entrar si cumplen con algunos requisitos y usan la aplicación móvil para agendar una cita. Dicha aplicación, la cual pretende ser un sistema ordenado y simplificado para citar a los solicitantes de asilo, ha sido rebasada por la enorme demanda y está repleta de fallas técnicas debido a que decenas de miles de migrantes han intentado usarla”, apuntan igualmente.
“Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, el mes pasado, 740 migrantes obtuvieron cita todos los días en ocho puertos de entrada a lo largo de toda la frontera. Cada día se otorgaron 200 citas en el puerto de entrada contiguo a la ciudad de Tijuana”, exponen.
“Hasta que se implementó la nueva aplicación, los abogados de inmigración de Estados Unidos podían ayudar a los migrantes especialmente vulnerables a obtener un rápido acceso a Estados Unidos y casi siempre los escoltaban para pasar los puertos de entrada. Ahora ya no se hace ninguna distinción entre quienes se encuentran en mayor peligro y los demás”, asevera la información del Times.
Culpan a las políticas migratorias inhumanas
“Al pedir una investigación completa sobre el incendio que mató al menos a 38 personas en un centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, México esta semana, funcionarios de las Naciones Unidas se unieron el martes (28 de marzo) a grupos de derechos humanos para pedir el fin de las políticas migratorias de Estados Unidos y México que llevaron a la detención de decenas de hombres en la instalación”, indica un reporte de Julia Conley publicado en Common Dreams el 29 de marzo.
“Un portavoz de la ONU dijo que todos los estados miembros deben ‘cumplir con los compromisos que han hecho como signatarios del Pacto Mundial para la Migración liderado por la ONU’, que ‘pretende reducir los riesgos y vulnerabilidades que enfrentan los migrantes en las diferentes etapas de la migración al respetar, proteger y hacer efectivos sus derechos humanos y brindarles atención y asistencia’”, señala.
Y la oficina de derechos humanos de la ONU dijo también que “nuevamente, instamos a todos los estados a adoptar alternativas a la detención de inmigrantes”.
“Los 68 hombres que estaban detenidos en el centro de migración eran originalmente de Guatemala, Honduras, Venezuela y El Salvador, y Reuters informó el miércoles que muchos migrantes habían sido ‘rodeados en las calles de Ciudad Juárez el lunes’ y llevados al centro, a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM) de México”, apunta.
“Una mujer llamada Viangly Infante le dijo al medio que su esposo estaba entre los detenidos y que la pareja había viajado desde su país de origen, Venezuela, el otoño pasado con sus tres hijos, cruzando la frontera entre Estados Unidos y México en diciembre hacia Eagle Pass, Texas”, explica.
Luego –dice Conley– las autoridades de inmigración de EE. UU. los enviaron de regreso a México y los llevaron en autobús a Ciudad Juárez.
Además explica que “al igual que el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., el NMI en México ha sido denunciado durante mucho tiempo por los defensores de los derechos de los migrantes por el trato que da a las personas en sus centros de detención, incluido el hacinamiento y la falta de atención médica. Las protestas estallaron el año pasado en centros de detención en Tijuana y la ciudad sureña de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala”.
El incendio que se desató la madrugada del martes habría sido provocado por migrantes que protestaban por su encierro en una celda destinada a un máximo de 50 personas en la que estaban detenidas 68 personas, al hecho de que serían deportados y se investiga la versión de que llevaban varias horas sin que les proporcionaran agua para beber.
Los hombres quedaron atrapados detrás de puertas cerradas con candado.
Presiones migratorias
“México ha ampliado su red de decenas de centros de detención mientras trabaja en estrecha colaboración con Estados Unidos para limitar el movimiento de solicitantes de asilo a través de su territorio hacia la frontera con Estados Unidos, incluida Ciudad Juárez, donde las autoridades dijeron que los migrantes prendieron fuego a los colchones el lunes por la noche en un centro de detención después de saber que serían deportados”, afirma información de la agencia AP.
“México se ha convertido en el tercer destino más popular del mundo para los solicitantes de asilo, después de Estados Unidos y Alemania. Sin embargo, sigue siendo en gran medida un país de tránsito para aquellos que se dirigen a los EE. UU”, puntualiza el reporte.
“Los solicitantes de asilo deben permanecer en el estado donde solicitan en México, lo que resulta en un gran número de personas que se refugian sin trabajo en Tapachula, cerca de la frontera sur del país con Guatemala”, añade.
“Decenas de miles también se reúnen en ciudades fronterizas, incluida Ciudad Juárez, que a menudo llegan ilegalmente después de viajes angustiosos o de sobornar a alguien. Ha surgido una red en expansión de abogados, mediadores e intermediarios para proporcionar documentos y asesoramiento a los inmigrantes que pueden permitirse acelerar el sistema”, asegura a su vez.
Y agrega que el cálculo es que “más de 2200 personas se encuentran en los refugios para migrantes de Ciudad Juárez, y más viven en otros lugares de la ciudad después de llegar de Guatemala, Venezuela, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Perú y El Salvador, según un informe emitido el mes pasado por Strauss, Centro de Seguridad y Derecho Internacional de la Universidad de Texas en Austin”.
“México llevó a cabo más de 106.000 deportaciones el año pasado (2022), con cerca de 8 de cada 10 enviadas a Guatemala u Honduras”, apunta igualmente.
Políticas de EU que repercuten en frontera de México
“Las administraciones de Trump y Biden han confiado cada vez más en México para frenar un flujo de migrantes que ha convertido a Estados Unidos en el destino más popular del mundo para los solicitantes de asilo desde 2017, según cifras de la ONU”, señala AP.
“Los guatemaltecos fueron el grupo más grande entre los muertos o heridos en el incendio del lunes, según la Procuraduría General de la República de México. Otros eran de Honduras, El Salvador, Venezuela, Colombia y Ecuador”, expone.
Asimismo, indica que “los guatemaltecos se han visto afectados de manera desproporcionada por una política estadounidense vigente desde marzo de 2020 de devolver a México a las personas que ingresan ilegalmente a los Estados Unidos. La práctica suspendió sus derechos de solicitar asilo por motivos de prevención de Covid-19”.
“México acepta de regreso a guatemaltecos y algunas otras nacionalidades, mientras que personas de otros países a menudo son liberadas en los EE. UU. para llevar sus casos a la corte de inmigración. Eso se debe a los costos y desafíos diplomáticos de enviarlos a casa”, explica también la agencia.
Y como ya dijimos, el gobierno de Biden puso como fecha para terminar con el Título 42 el próximo 11 de mayo para reemplazarla con una nueva política radical que prohíbe en gran medida el asilo para cualquier persona que viaje por México sin primero buscar protección allí.
“El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. recibió más de 11,000 comentarios sobre la nueva política antes de la fecha límite para recibir comentarios del público. La agencia de la ONU para los refugiados dijo que ‘los elementos clave de la propuesta son incompatibles con los principios del derecho internacional de los refugiados’”, acota AP.
Indica igualmente que “la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, el principal sindicato que representa a los oficiales de asilo, se opone al cambio. La propuesta está sujeta a revisiones basadas en los comentarios del público y es casi seguro que será impugnada en los tribunales”.
¿Por qué Ciudad Juárez?
“Alrededor de 80 migrantes ingresan diariamente desde Ciudad Juárez a El Paso utilizando CBPOne, según el Strauss Center”, dice AP.
“La administración de Biden ha estado bajo una intensa presión después de que el recuento de cruces fronterizos ilegales alcanzara los niveles más altos jamás registrados el año pasado. El tráfico se ha desacelerado drásticamente desde enero, cuando la administración extendió la libertad condicional humanitaria a los cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos que ingresan a través de un aeropuerto con un patrocinador financiero”, señala.
E indica que al mismo tiempo, “México acordó comenzar a aceptar personas de esos cuatro países que cruzaron la frontera ilegalmente. Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas dijo en una audiencia en el Senado el martes que la política en esos cuatro países ha sido “tremendamente exitosa”.
“Hacia fines del año pasado, El Paso se convirtió en el más concurrido de los nueve sectores de la Patrulla Fronteriza a lo largo de la frontera con México, lo que provocó que muchos migrantes durmieran al aire libre o en refugios abarrotados tras su liberación y provocó la primera visita de Joe Biden a la frontera como presidente”, expone también la agencia.
“El Paso, con su amplia red de refugios en Ciudad Juárez, siguió siendo el corredor más transitado para cruces ilegales en febrero, cuando los migrantes fueron detenidos más de 32,000 veces. Casi la mitad de esos incidentes involucraron a personas de México”, sostiene el reporte.
Esperemos que tanto las autoridades mexicanas como las estadounidenses hagan más por proteger las vidas de los inmigrantes. Deben trabajar conjuntamente para ofrecer políticas migratorias que no sean inhumanas y que primeramente garanticen la integridad de todos los refugiados.
Si esto no se hace seguiremos viendo tragedias enormes como la ocurrida en Ciudad Juárez, pero no sólo en México, sino en ambos lados de la frontera. Las políticas migratorias también pueden salvar vidas.
Con información de The New York Times, Common Dreams y AP.
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