El Parole in Place de Biden es una herramienta que la actual administración lanzó con la idea de regularizar la situación de cientos de miles de inmigrantes, pero también tiene un objetivo electoral claro.
Rodrigo de la Rosa, originario de México, tenía solo cinco años cuando cruzó la frontera hacia Estados Unidos acompañado de su padre y tres hermanos.
Se estableció en el sur de Phoenix, donde creció teniendo lo que él describe como “una vida estadounidense normal”.
Sin embargo, al llegar a la adolescencia, descubrió que era indocumentado, lo que impactó profundamente su percepción de sí mismo y su futuro en el país.
“Cuando cumples 16 años y no puedes conseguir un trabajo como tus amigos, es cuando te das cuenta de que eres diferente”, le dijo De la Rosa a NBC News, medio que refleja en un interesante artículo los padecimiento de millones de indocumentados en los Estados Unidos.
A pesar de que De la Rosa contrajo matrimonio con Ashley de Alba, una ciudadana estadounidense nacida en California de padres mexicanos y salvadoreños, esto no resolvió su situación migratoria.
Para solicitar la green card, De la Rosa habría tenido que abandonar el país, enfrentándose al riesgo de quedarse “atrapado” en México por una década antes de poder volver o, incluso, de manera permanente.
Esto podría haber empezado a cambiar desde el pasado 19 de agosto, cuando el gobierno actual comenzó a aceptar solicitudes para el nuevo programa que promete cambiar la vida de muchos inmigrantes indocumentados: el Parole in Place de Biden.
El impacto del Parole in Place de Biden en las familias inmigrantes
Como te hemos contado en este blog, el programa impulsado por la administración Biden permite a los cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses regularizar su estatus sin la necesidad de abandonar el país.
Esta política, que podría beneficiar a aproximadamente 500,000 inmigrantes y a otros 50,000 de sus hijos, ofrece una oportunidad para que estas familias finalmente puedan vivir sin el temor constante de la deportación.
Para ser elegibles, los solicitantes deben cumplir con varios requisitos: estar casados con un ciudadano estadounidense antes del 17 de junio, no tener antecedentes penales graves y demostrar una residencia continua en Estados Unidos de al menos diez años.
Aquellos que cumplan con estos criterios podrán obtener un estatus de “parole in place”, que les protege de la deportación y les permite solicitar permisos de trabajo, tarjetas verdes, y eventualmente, la ciudadanía estadounidense.
Una vida más estable y tranquila
Este cambio en la política migratoria representa una esperanza para personas como De la Rosa, cuya vida podría transformarse drásticamente. Su esposa, Ashley de Alba, está embarazada de su primer hijo, y para ellos, la posibilidad de obtener la documentación necesaria significaría poder aspirar a una vida más estable y segura.
De la Rosa, quien ha trabajado principalmente en la construcción, podría buscar un empleo que ofrezca seguro médico y beneficios de jubilación, lo que le permitiría cuidar mejor de su familia.
Además, este estatus legal facilitaría aspectos cotidianos pero esenciales de la vida matrimonial, como la posibilidad de abrir cuentas bancarias conjuntas y adquirir una vivienda.
También les permitiría viajar sin el temor de no poder regresar a Estados Unidos, algo que De la Rosa desea hacer para conocer a sus hermanos y sobrinos en México.
Parole in Place de Biden y el potencial impacto en las elecciones
El programa de Biden (bloqueado momentáneamente) no solo tiene el potencial de cambiar la vida de los inmigrantes indocumentados, sino que también podría influir en las elecciones presidenciales de noviembre.
En estados clave como Arizona, donde residen alrededor de 15,000 personas elegibles para el parole, el impacto podría ser alto, dice la NBC.
Aunque los beneficiarios directos no pueden votar, muchos están casados con ciudadanos estadounidenses que sí tienen ese derecho y forman parte de comunidades que podrían beneficiarse indirectamente de la política.
Ashley de Alba, por ejemplo, votó por Donald Trump en 2020 y aunque en un principio iba a votar nuevamente por el magnate, ahora está indecisa. Dice que la decisión final dependerá de si considera que el parole in place de Biden es un compromiso genuino o simplemente una táctica electoral.
El margen de victoria de Biden en Arizona en 2020 fue estrecho, con solo 10,457 votos. Con el nuevo programa de libertad condicional en marcha, el apoyo de los votantes latinos, especialmente aquellos con vínculos directos con inmigrantes indocumentados, podría inclinar la balanza en las próximas elecciones.
Desafíos y dudas en torno al programa
El Parole in Place de Biden tiene sus problemas. Al igual que la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) implementada en 2012, el parole in place es una política establecida a través de una acción ejecutiva, lo que la hace vulnerable a cambios en futuras administraciones.
Los republicanos han criticado duramente el programa, calificándolo de “amnistía masiva” e “ilegal”.
Organizaciones como America First Legal ya han prometido impugnar la política en los tribunales, y es probable que una administración futura encabezada por Trump la rescindiera.
Esta incertidumbre ha generado preocupaciones entre los inmigrantes y sus defensores, quienes temen que solicitar el programa pueda poner a los beneficiarios en el radar del gobierno federal, especialmente si un cambio de administración resulta en políticas de deportación más agresivas.
Parole in Place: “Solo quiero que él tenga las mismas oportunidades que yo”
A pesar de estos riesgos, para muchas familias, la posibilidad de regularizar su estatus legal es una oportunidad que no pueden dejar pasar.
De Alba, por ejemplo, cuestiona por qué su esposo, que ha trabajado y pagado impuestos en Estados Unidos toda su vida adulta, sigue excluido de los derechos que ella tiene simplemente por haber nacido en el país. “Solo quiero que él tenga las mismas oportunidades que yo”, dijo.
En definitiva, el programa de parole in place lanzado por la administración Biden tiene el potencial de cambiar vidas y podría influir en las elecciones presidenciales de noviembre.
Sin embargo, también enfrenta desafíos legales y políticos que podrían determinar su futuro y el de las familias que dependen de él.
Mientras el país se prepara para un proceso electoral altamente polarizado, el impacto de este programa en la vida de millones de inmigrantes y en el panorama político no puede subestimarse.
Para analizar tu caso en particular, lo mejor es consultar a un abogado de inmigración que estudie tu situación en el país y aconseje sobre qué camino tomar.
Con información de NBC News, Los Angeles Times y USCIS.
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