Demócratas y Republicanos discuten acaloradamente por las Nuevas leyes de inmigración 2021. ¿Qué plantean de cada lado? ¿Quién ganará?
Hace unas semanas, un grupo de 10 gobernadores del partido republicano, encabezados por el gobernador de Texas Greg Abbott, publicó un “Marco de políticas conjuntas sobre la crisis fronteriza”. En este plan de 10 puntos expresaron su visión sobre la situación migratoria en los Estados Unidos y pidieron a la administración de Biden que tenga en consideración sus recomendaciones.
En un momento álgido en el debate sobre las nuevas leyes de inmigración 2021, los gobernadores del partido republicano instan a la administración Biden a continuar rechazando a los inmigrantes en la frontera sur sobre la base del Título 42 vinculado con la ley nacional de salud pública.
A su vez, los gobernadores del partido republicano consideran apropiado restablecer los Protocolos de Protección al Migrante, más conocidos como programa Permanecer en México. Esta política, instalada por primera vez por el gobierno de Donald Trump, establece que los solicitantes de asilo en Estados Unidos permanezcan en México hasta tanto sean llamados a sus audiencias judiciales. Aunque ahora el programa se encuentra en litigio judicial, es probable que la administración Biden se vea obligada a restablecer el programa Permanecer en México en noviembre.
También instan al presidente Biden y su equipo a poner fin a la política que denominan de “captura y liberación”. Se trata de una postura que adoptó la administración de Biden para evitar la deportación de inmigrantes con antecedentes penales leves con el objetivo de enfocarse en criminales peligrosos y que pueden representar un riesgo para la seguridad nacional.
Como respuesta al plan presentado por los gobernadores del partido republicano, los defensores de migrantes declararon que se trata de una “agenda antiinmigrante y mezquina”. Además, aseguraron que si se adoptan, estas políticas no solo harían que nuestro país fuera menos acogedor, sino que causarían un número incalculable de muertes innecesarias y convertirían a los Estados Unidos más en un estado policial y menos en una sociedad civil abierta al mundo como se pensó originalmente.
¿Qué es el famoso Título 42?
El Título 42 es una sección de la ley de salud pública de los Estados Unidos que fue invocada el año pasado por el presidente Trump como un mecanismo para prevenir la propagación de COVID 19 en el país. Sin embargo, muchos lo acusaron de que en realidad se trató de una forma práctica de justificar la expulsión de migrantes en la frontera sur.
A pesar de que ningún presidente en la historia de los Estados Unidos había invocado el Título 42 de esta forma, desde entonces Biden ha seguido los pasos de Trump con respecto a esta política.
Sin embargo, no hay datos confiables que respalden la afirmación del gobierno de que los inmigrantes que cruzan a los Estados Unidos desde México son una amenaza para la salud pública del país. Por el contrario, las tasas de migrantes que dan positivo por COVID 19 son bajas, e incluso los pocos que dan positivo son puestos en cuarentena en la frontera.
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha dejado muy en claro que la mayor amenaza para la salud pública de los ciudadanos estadounidenses en relación con el COVID 19 es la gran cantidad de ciudadanos estadounidenses que se niegan a vacunarse, lo que pone a todos los demás en riesgo.
Como muchos expertos coinciden con el director y afirman que el Título 42 solo se mantiene en pie porque es una excusa para la deportación, el caso se está desarrollando en los tribunales federales y probablemente terminará en el Tribunal Supremo.
Programa Permanecer en México ¿Continuará?
A la administración Trump se le ocurrieron los “Protocolos de protección al migrante” (MPP) (conocidos informalmente como “Permanecer en México”). El objetivo es que los inmigrantes que solicitan asilo esperen en la zona fronteriza de México hasta que estén listas sus audiencias de inmigración.
Sin embargo, muchos afirman que se trata de un enfoque inhumano de las personas vulnerables que huyen por sus propias vidas, conmociona la conciencia y viola la ley de asilo en Estados Unidos, así como las obligaciones internacionales como país firmante de la Convención de las Naciones Unidas sobre Refugiados.
El programa es tan controversial que la administración Biden intentó ponerle fin a comienzos de año. Actualmente el tema continúa en litigio pero es probable que el gobierno se vea forzado a retomarlo a mediados de noviembre hasta que haya una decisión definitiva al respecto.
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