En medio de la polarización sobre la inmigración en varios estados estadounidenses, una serie de ciudades en el “Rust Belt” se destacan como verdaderos oasis para muchos inmigrantes.
La diferencia entre estas ciudades y las metrópolis de la costa este se puede ver claramente en un reciente artículo del Washington Post sobre el contraste en la percepción y aceptación de la llegada de inmigrantes.
Antes de seguir, expliquemos qué es el “Rust Belt” o “Cinturón del Óxido”. El término se refiere a una región en el noreste y medio oeste de los Estados Unidos que desde hace décadas sufre un fuerte declive económico que comenzó en la década de 1980 y ha llevado a la decadencia a numerosas ciudades.
Volviendo a la actualidad, una de las ciudades del Rust Belt es Pittsburgh, donde su alcalde, el demócrata Ed Gainey, habla con frecuencia de su deseo de hacer de la urbe “el lugar más seguro, acogedor y próspero de Estados Unidos”, para lo cual siempre destaca la importancia de la inmigración.
A diferencia de alcaldes y gobernadores de otras ciudades y estados, Gainey no distingue el origen ni el estatus migratorio de los potenciales nuevos vecinos.
Buscan inmigrantes en el Rust Belt
El tono de Gainey contrasta con la postura en Nueva York y otras ciudades de la costa este, donde la afluencia de inmigrantes ha generado problemas logísticos y graves tensiones (contamos algo de esto en otras entradas del blog).
Así, mientras ciudades como Chicago y Boston luchan por encontrar soluciones a la llegada masiva de personas, Pittsburgh y otras áreas del Rust Belt ven a los inmigrantes como un recurso vital para revitalizar la población, mejorar la fuerza laboral y enriquecer las culturas locales.
En ciudades como Detroit, Dayton y Erie, por ejemplo, los funcionarios están analizando estrategias para adaptar los servicios locales a las necesidades de los inmigrantes.
Incluso en Topeka, Kansas, ofrecen incentivos financieros de hasta 15,000 dólares para atraer a inmigrantes legales.
A pesar de las diferentes estrategias, el debate sobre la tolerancia y la hospitalidad se está intensificando, especialmente en el contexto de las elecciones presidenciales de 2024, que podrían acentuar las tensiones sobre la inmigración y temas económicos como la escasez de mano de obra, analizan en el Washington Post.
Inmigrantes para repoblar Estados Unidos
En un esfuerzo por enfrentar la pérdida de población que afecta al suroeste de Pensilvania, Pittsburgh, por ejemplo, busca atraer nuevos residentes reconociendo la urgencia de revertir décadas de declive demográfico.
Igualmente, no todo es color de rosa. A pesar de ser una ciudad predominantemente demócrata, Pittsburgh se enfrenta a una tensión política propia: el núcleo urbano mayoritariamente demócrata y las comunidades circundantes que respaldan al expresidente Donald Trump.
La cuestión pasa por cuánto de acogedora debería ser la ciudad para los inmigrantes. Allí está el desacuerdo entre demócratas y republicanos locales.
Población envejecida
Los últimos datos disponibles dicen que la región metropolitana de Pittsburgh ha perdido más de 120,000 residentes entre el 2000 y el 2020. Tiene una población cada vez más envejecida y la necesidad crítica de atraer nuevos habitantes.
Paradójicamente, Pittsburgh es una de las ciudades que los inmigrantes menos escogen para asentarse, en comparación con otras áreas metropolitanas.
Igualmente, siguen siendo un grupo demográfico crucial para Pittsburgh. Según el Consejo Estadounidense de Inmigración (AIC), la población de Pittsburgh disminuyó un 1.3% entre 2014 y 2019, pero sin la contribución de los inmigrantes, la disminución habría sido más del doble.
El mismo informe de AIC dice que los inmigrantes representan el 9% de la población de Pittsburgh y que su presencia ha evitado pérdidas demográficas aún mayores.
Igualmente, necesitan que lleguen más. Los inmigrantes son un contrapeso esencial para contrarrestar la caída en la población y revitalizar la ciudad.
Qué clase de mano de obra buscan en Pittsburgh
La necesidad de nuevos residentes en Pittsburgh es evidente, especialmente en un momento en que la tasa de desempleo se encuentra en su nivel más bajo en 30 años.
Es decir, hay trabajo, falta gente y los inmigrantes que llegan no son suficientes. Además, son bien recibidos. Por eso no se entiende el porqué de la realidad actual.
Las empresas locales, desde establecimientos de alimentos hasta la industria manufacturera, enfrentan una escasez crítica de trabajadores, dice el Washington Post.
La urgencia de encontrar personal es palpable en todas las tiendas y clases de negocios. Faltan conductores y la escasez de mano de obra también afecta a la industria de los restaurantes.
Cambios en busca de acoger a más inmigrantes
Certificada por Welcoming America, Pittsburgh ha implementado iniciativas para mejorar la experiencia de los inmigrantes en aspectos como la gobernanza, la vida vecinal, el desarrollo económico, la educación y la seguridad pública.
La designación de Welcoming America también ha influido en prácticas locales, como considerar el país de origen de una persona al emitir citaciones por cuestiones menores. Esta estrategia más comprensiva busca crear un ambiente donde los inmigrantes se sientan bienvenidos y respaldados por el gobierno local.
Un ejemplo es la creación de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes y Refugiados de Pittsburgh, que trabaja para fortalecer más los lazos entre la ciudad y las comunidades de inmigrantes.
La Oficina, por caso, organiza ceremonias de bienvenida para nuevos ciudadanos estadounidenses, inmigrantes que obtienen su carta de naturalización, su status Daca o su green card y viven en la ciudad. Estos eventos, que incluyen gestos amigables de la comunidad, demuestran el deseo de establecer una conexión genuina y acogedora con aquellos que eligen hacer de Pittsburgh su nuevo hogar.
En definitiva, mientras otras ciudades luchan con la llegada de inmigrantes, Pittsburgh y otras del Rust Belt destacan como un ejemplo de cómo la inmigración puede ser percibida como una oportunidad para revitalizar comunidades, mejorar la fuerza laboral y enriquecer la diversidad cultural.
Hay desafíos, pero el enfoque acogedor y proactivo podría señalar el camino para otras áreas estadounidenses en busca de soluciones para la escasez de población y la revitalización económica. Con información de Washington Post y YahooFinance.
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