Grandes expectativas culminan en un fin de año con sentimientos encontrados
El presidente Joe Biden inauguró su administración con grandes promesas acerca de la modernización del sistema de inmigración en Estados Unidos. Nos acercamos a fin de año y, si bien se conquistaron un puñado de logros, hasta el momento no consiguieron hacerse efectivas muchas de las promesas de campaña. El año que viene es un año electoral que verá redistribuida la balanza de poder en el congreso: terminar el año sin mayores cambios en política migratoria se siente como una oportunidad perdida.
El presidente ha dejado claro que restaurar el orden, la justicia y el factor humano a nuestro sistema de inmigración es una prioridad para su administración. Nuestro sistema migratorio está desactualizado y necesita urgentemente una reforma; pero esta administración está comprometida a trabajar día y noche para brindar tranquilidad a nuestros inmigrantes y traer nuestro sistema de inmigración al siglo XXI.
Vocero de la Casa Blanca. Traducción propia.
¿Cómo podrían haber cambiado las políticas de inmigración en Estados Unidos?
Una de las mayores decepciones de este año fue el triple rechazo por parte de la parlamentaria del Senado a la reforma migratoria que los demócratas incluyeron en el Build Back Better. Dicha propuesta, que hubiera protegido de la deportación a miles de inmigrantes en los Estados Unidos, no llegó a debatirse propiamente en el Senado. Por otro lado, se esperaba que el gobierno de Biden pusiera fin al Remain in Mexico, una política implementada por Trump que obliga a los inmigrantes en la frontera con México a esperar la resolución de sus trámites de inmigración dentro de ese país. A diciembre del 2021, esta política sigue en marcha y se vió fortalecida, afectando a inmigrantes de aún más nacionalidades.
Otra política de la era Trump que continúa en pie, a pesar de los reclamos de múltiples organizaciones defensoras de la inmigración y de las Naciones Unidas, es una orden de salud pública puesta en efecto durante el 2020. Basándose en la pandemia de COVID-19, las patrullas fronterizas tienen el derecho de rechazar y deportar a cualquier inmigrante que encuentren intentando cruzar la frontera con Estados Unidos, efectivamente negándoles la posibilidad de pedir asilo.
La campaña de Biden prometió recibir a las personas con dignidad, y en cambio hemos regresado a las mismas políticas de Trump. Este no es el cambio que millones esperaban cuando eligieron a Biden.
Karen Tumlin, fundadora del Centro de Acción de Justicia. Traducción propia.
Sumado a esto, la administración de Joe Biden ha enviado mensajes confusos acerca de su postura frente a la inmigración en Estados Unidos. La vicepresidenta Kamala Harris, que fue asignada la misión de “resolver los problema de base” del flujo de inmigrantes indocumentados, anunció una serie de inversiones en Centroamérica; más allá de eso, se mantuvo alejada de la situación. Asimismo, en una conferencia en Guatemala, pidió a la población que “no venga” a los Estados Unidos, porque no serían recibidos.
¿Qué mejoró en cuanto a la inmigración en Estados Unidos este año?
A pesar de las desilusiones, el gobierno encabezado por Joe Biden llega a fin de año habiendo conseguido ciertas mejoras en cuanto a la inmigración en Estados Unidos.Entre ellas, destaca la implementación de una fuerza de trabajo, encabezada por el Departamento de Seguridad Nacional, dedicada a reunir familias que fueron separadas en la frontera durante el período de tolerancia cero impuesto por Trump. Estos esfuerzos culminaron recientemente en la reunión de la familia número 100, aunque se estima que aún quedan más de mil casos de familias cuyos integrantes no han podido ser ubicados.
Desde las oficinas de Erika Jurado esperamos que este nuevo año traiga consigo mejoras en las políticas migratorias de Estados Unidos, para facilitar el camino a millones de inmigrantes. Si necesitas asesoría en tu caso de inmigración, no dudes en contactarnos.