La economía estadounidense ha experimentado una recuperación sorprendentemente sólida después de los graves problemas causados por la pandemia.
Como lo explicamos en este blog la semana pasada, hubo un factor clave en este resurgimiento: el aumento de la inmigración contribuyó a llenar vacíos en la fuerza laboral.
En otras palabras, creció la necesidad de las empresas de buscar trabajadores y allí estaban los inmigrantes, algunos recién llegados, otros instalados hace años, para cubrir las vacantes.
En efecto, el procesamiento de visas, reanudado en 2021 y 2022, tuvo un impacto positivo en el empleo al permitir que trabajadores extranjeros ocupen puestos que quedaron libres tras los cierres pandémicos.
Esta tendencia es esencial para el crecimiento económico a largo plazo, especialmente a medida que disminuyen las tasas de natalidad y los trabajadores mayores se jubilan.
El año fiscal que terminó en julio de 2023 registró el mayor aumento en la migración neta desde 2017, dice el New York Times en un interesante artículo.
Los inmigrantes ahora representan casi una quinta parte de la fuerza laboral, y se proyecta que su contribución seguirá siendo importante en los próximos años, mientras que el número de trabajadores estadounidenses va a disminuir.
Inmigrantes, trabajo y mala distribución
Sin embargo, este impulso económico enfrenta numerosos obstáculos, desde tensiones políticas, hasta problemas logísticos y demoras administrativas, advierte el mismo medio.
Aunque se han otorgado beneficios a algunos inmigrantes, como refugiados y personas con estatus de protección temporal, millones siguen enfrentando dificultades para regularizar su situación (seguro lo sabes porque lo vives a diario).
Muchos se encuentran en un limbo legal, con acceso limitado a la ayuda gubernamental y enfrentando largas demoras para obtener permisos de trabajo.
Otro problema es la distribución desigual de la mano de obra.
Mientras algunas regiones, como Lafayette, Indiana, buscan desesperadamente nuevos trabajadores, otros no pueden absorber a los recién llegados.
Así es, la falta de coordinación entre los gobiernos estatales y locales dificulta la reubicación efectiva de los inmigrantes.
Es decir, hay más inmigrantes que buscan trabajo, las empresas necesitan más empleados, pero la oferta y la demanda no se encuentra.
Biden debe agilizar los permisos de trabajo
A pesar de estos problemas, los inmigrantes continúan siendo una fuerza vital en la economía estadounidense.
Organizaciones como el Welcoming Center en Filadelfia han demostrado que la integración exitosa de los inmigrantes puede revitalizar comunidades enteras.
Sin embargo, se necesita un plan más amplio y coordinado para maximizar el potencial económico de la inmigración y abordar los otros problemas derivados que enfrentan los recién llegados.
El gobierno de Biden ha tomado medidas para facilitar la incorporación de los inmigrantes a la fuerza laboral, pero se requieren más decisiones para mejorar el proceso de obtención de permisos de trabajo y agilizar los trámites administrativos.
Inmigrantes: se necesita mejorar el proceso de otorgamiento de permisos de trabajo
Además, es fundamental abordar las disparidades regionales en la demanda de mano de obra y garantizar que los recursos y oportunidades estén disponibles para todos los inmigrantes, independientemente de su lugar de entrada a los Estados Unidos.
Algunos gobiernos estatales y locales, como los de Nueva York e Illinois, decidieron avanzar para acelerar los procesos.
Por ejemplo, comenzaron a organizar eventos masivos de procesamiento de documentos y a realizar “ferias de contratación”. Así, los tiempos medios de tramitación de permisos de trabajo para solicitantes de asilo o con estatus migratorios temporales son ahora inferiores a un mes.
Como resultado, la cantidad de autorizaciones de trabajo otorgadas a personas que buscan o reciben asilo, refugiados y aquellos cubiertos por un estatus de protección temporal aumentó a más de 1,2 millones en 2023 desde aproximadamente 423 mil en 2022, según datos de USCIS.
En última instancia, la capacidad de Estados Unidos para aprovechar el potencial económico de la inmigración dependerá de su capacidad para superar los obstáculos actuales y crear un entorno favorable para la integración y el crecimiento económico sostenible.
Es un año de elecciones y quien gane será clave para la estrategia de solución de estos problemas.
Con información de New York Times y USCIS.
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