En los últimos meses hubo un número récord de venezolanos en Estados Unidos. Expertos advierten sobre la confusión y desinformación respecto al TPS y asilo
Los números indican que los venezolanos en Estados Unidos son cada vez más, y superan incluso todos los registros que se tienen hasta la fecha. En su mayoría huyen de los graves problemas económicos y políticos de su país pero la desinformación, la xenofobia, las redes de contrabando y la desesperación puede jugarles una mala pasada.
En los últimos ocho meses llegaron más de 17.000 personas provenientes del país caribeño, un número mucho mayor que en los 14 años combinados, según datos de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
Ante la confusión de si los venezolanos son refugiados o migrantes, muchos esperan solicitar asilo o poder aplicar al TPS para venezolanos. Sin embargo, esto no siempre es posible y ha causado numerosos problemas a quienes vinieron con esa esperanza y luego la vieron frustrarse.
Además, aunque son personas que buscan un futuro mejor como todos, los venezolanos en Estados Unidos muchas veces deben enfrentarse a ataques xenófobos y otros injusticias de discriminación que muchas veces provienen de otros miembros de la comunidad migrante.
Confusión sobre el TPS para venezolanos
En marzo el presidente Biden otorgó estatus de protección temporal (TPS) para los migrantes venezolanos en Estados Unidos, lo que les permite acceder a visas de trabajo y alivio de la deportación.
Sin embargo, la medida solo beneficia a los venezolanos en Estados Unidos que se encontraban en el país antes del 8 de marzo. Pero los expertos en inmigración dicen que la decisión ha causado confusión sobre a quién se aplica y puede ser uno de los varios factores que alimentan la migración.
María Antonietta Díaz, presidenta de la Alianza Venezolana Estadounidense con sede en Florida, dijo a principios de julio que su oficina había recibido alrededor de 50 mensajes de venezolanos en el último mes que creían que serían elegibles para TPS si llegaban en agosto.
“Hay desinformación”, dijo. También hubo “una falsa expectativa de que de alguna manera sería muy fácil pedir asilo”.
Si bien es cierto que los venezolanos tienen muchas más posibilidades de que les aprueben sus solicitudes de asilo que a otros migrantes, esto no sucede el 100% de las veces ya que cada caso se evalúa de manera particular.
La dura historia de Antonio: de Venezuela, a Colombia, luego a México y finalmente a Estados Unidos
“Después de años de amenazas de muerte y vivir con miedo constante, tuve que irme”, dijo Antonio por teléfono desde la casa de su hermano en Miami, Florida, pidiendo no usar su nombre real porque temía que su familia en Venezuela pudiera ser amenazada.
Como muchos venezolanos en Estados Unidos, Antonio dice que cruzó la frontera de Estados Unidos en mayo, luego de pagar $4.000 en costos de viaje y tarifas a los contrabandistas. Recaudó el dinero, una fortuna en Venezuela, con la ayuda de familiares en otros países. Esta es una posibilidad económica que la mayoría de los migrantes provenientes de otros países a menudo no tienen.
Luego, Antonio tomó un autobús a la capital colombiana, Bogotá, desde donde voló a la ciudad turística mexicana de Cancún. Un contrabandista venezolano de Maracaibo, la ciudad natal de Antonio, lo ayudó a pasar a las autoridades mexicanas. En Mexicali, le pagó al contrabandista $800 para que lo llevara a Arizona, donde se entregó a la patrulla fronteriza y fue retenido en un centro de detención de migrantes durante seis semanas antes de ser liberado para esperar su audiencia de asilo.
“En los pasos fronterizos en este momento hay muchos venezolanos, pero también hay muchos traficantes venezolanos, por lo que no fue difícil encontrar uno”, dijo Antonio. En este sentido, Brian Fincheltub, funcionario de la embajada venezolana en Estados Unidos, advirtió que había crecientes redes de contrabando fuera de Venezuela, algunas de las cuales se aprovechaban de venezolanos desesperados y terminaban estafándolos.
Como vemos, las cosas no están sencillas. Por eso, te recomendamos fuertemente que contactes a un abogado de inmigración antes de dar cualquier paso. Si quieres agendar una cita con el equipo de la abogada Erika Jurado llámanos al 1-855-910-8244. ¡Estaremos encantados de poder ayudarte!